Un estudio de las Universidades Complutense y
Autónoma denominado "Efectos de la contaminación atmosférica sobre
la salud infantil en Madrid", ha puesto de manifiesto con datos
reales la relación entre el aumento de las partículas en suspensión
y la mortalidad infantil.
Las partículas en suspensión menores de 10
micras (PM10) son el contaminante atmosférico con mayor incidencia
en la mortalidad infantil en Madrid, que según este estudio aumenta
un 6 por ciento por cada incremento de 25 microgramos por metro
cúbico (ug/m3) en su concentración.
Los niños menores de 10 años son el grupo de
edad que presenta "una mayor sensibilidad y vulnerabilidad a la
contaminación atmosférica" en la capital, por encima de los mayores
de 65 años, asegura el informe, publicado en la revista americana
Journal of Occupational and Emevironmental
Medicine.
"Los niños respiran más rápido y debido a su
constante estado de desarrollo y crecimiento y a que,
fisiológicamente su sistema inmunológico y sus órganos están aún
inmaduros, la irritación producida por los contaminantes obstruye
con más nocividad las vías respiratorias que son más estrechas",
explicó uno de los autores del estudio que han realizado
conjuntamente la Facultad de Física de la Complutense y el
departamento de Medicina Preventiva de la
Autónoma.
Mediante una relación entre los datos de
contaminación atmosférica de las estaciones de medición del
Ayuntamiento de Madrid y los ingresos diarios de menores de 10 años
en el Hospital Gregorio Marañón, los expertos determinan que el
riesgo de mortalidad infantil atribuible a las PM10 es de un 33 por
ciento en verano por cada aumento de la concentración de este
contaminante en 25 ug/m3.
El efecto conjunto "de las elevadas temperaturas
y de los contaminantes atmosféricos" afecta gravemente a la salud
infantil en verano y, prácticamente, cuadriplica el riesgo de
mortalidad por esta causa respecto al invierno, cuando es de un 8,7
por ciento. Los datos de la Organización Mundial de la Salud
advierte de que cinco millones de niños mueren al año por
enfermedades relacionadas con la contaminación atmosférica, en la
mitad de los casos, por aquella que causa el tráfico de los
coches.
En el caso concreto de Madrid, los autores del
informe Impact of Temperature and air Pollution on the Mortality
of Children in Madrid, su título original, subrayan que "aún por
debajo de los índices de contaminación del aire que las directivas
europeas consideran seguros, los incrementos en estos niveles se
asocian con efectos nocivos para la salud en general y de forma muy
importante para la de los niños, en
particular".
Aumentos de 25 ug/m3 en la concentración de PM10
repercuten en los niños mediante todo tipo de patologías como "el
asma, la bronquitis, las reacciones alérgicas y otras infecciones
respiratorias", según el estudio, que "han experimentado un notable
aumento en los últimos años".
"Los ingresos hospitalarios de menores de diez
años en el Gregorio Marañón asociados a la contaminación atmosférica
se disparan en torno a concentraciones de PM10 superiores a 50
ug/m3, cuando el riesgo de ingreso aumenta en un 20 por ciento",
para un incremento de 25 ug/m3 en la concentración de PM10, destaca
el estudio.
Los que más sufren estos incrementos en la
contaminación atmosférica en Madrid son los recién nacidos y los
niños de hasta cinco años a los que los científicos consideran
"grupo de riesgo clave". Advierten, no obstante, que en su estudio
"sólo se han tenido en cuenta efectos a corto plazo de los
contaminantes sobre las muertes e ingresos infantiles, pero que un
análisis sobre las posibles repercusiones de la contaminación en el
plazo de años mostrarían datos más alarmantes como los que ofrece el
Informe Apheis".
El Proyecto Apheis es un estudio sobre la
contaminación por partículas promovido por la OMS y realizado en 26
ciudades europeas, entre ellas Madrid, que revela que la esperanza
de vida en Europa aumentaría más de un treinta por ciento si se
redujeran los valores medios anuales de concentración de PM10 en
cinco ug/m3. |