El aire que respiran los niños de Madrid 
La contaminación atmosférica incide notablemente en la salud infantil según un estudio basado en los ingresos en el Hospital Gregorio Marañón por esta causa

Por Caty Arévalo, Madrid, marzo de 2005 (Infoecología)

Un estudio de las Universidades Complutense y Autónoma denominado "Efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud infantil en Madrid", ha puesto de manifiesto con datos reales la relación entre el aumento de las partículas en suspensión y la mortalidad infantil.


Las partículas en suspensión menores de 10 micras (PM10) son el contaminante atmosférico con mayor incidencia en la mortalidad infantil en Madrid, que según este estudio aumenta un 6 por ciento por cada incremento de 25 microgramos por metro cúbico (ug/m3) en su concentración.

Los niños menores de 10 años son el grupo de edad que presenta "una mayor sensibilidad y vulnerabilidad a la contaminación atmosférica" en la capital, por encima de los mayores de 65 años, asegura el informe, publicado en la revista americana Journal of Occupational and Emevironmental Medicine.

"Los niños respiran más rápido y debido a su constante estado de desarrollo y crecimiento y a que, fisiológicamente su sistema inmunológico y sus órganos están aún inmaduros, la irritación producida por los contaminantes obstruye con más nocividad las vías respiratorias que son más estrechas", explicó uno de los autores del estudio que han realizado conjuntamente la Facultad de Física de la Complutense y el departamento de Medicina Preventiva de la Autónoma.

Mediante una relación entre los datos de contaminación atmosférica de las estaciones de medición del Ayuntamiento de Madrid y los ingresos diarios de menores de 10 años en el Hospital Gregorio Marañón, los expertos determinan que el riesgo de mortalidad infantil atribuible a las PM10 es de un 33 por ciento en verano por cada aumento de la concentración de este contaminante en 25 ug/m3.

El efecto conjunto "de las elevadas temperaturas y de los contaminantes atmosféricos" afecta gravemente a la salud infantil en verano y, prácticamente, cuadriplica el riesgo de mortalidad por esta causa respecto al invierno, cuando es de un 8,7 por ciento.
Los datos de la Organización Mundial de la Salud advierte de que cinco millones de niños mueren al año por enfermedades relacionadas con la contaminación atmosférica, en la mitad de los casos, por aquella que causa el tráfico de los coches.

En el caso concreto de Madrid, los autores del informe Impact of Temperature and air Pollution on the Mortality of Children in Madrid, su título original, subrayan que "aún por debajo de los índices de contaminación del aire que las directivas europeas consideran seguros, los incrementos en estos niveles se asocian con efectos nocivos para la salud en general y de forma muy importante para la de los niños, en particular".

Aumentos de 25 ug/m3 en la concentración de PM10 repercuten en los niños mediante todo tipo de patologías como "el asma, la bronquitis, las reacciones alérgicas y otras infecciones respiratorias", según el estudio, que "han experimentado un notable aumento en los últimos años".

"Los ingresos hospitalarios de menores de diez años en el Gregorio Marañón asociados a la contaminación atmosférica se disparan en torno a concentraciones de PM10 superiores a 50 ug/m3, cuando el riesgo de ingreso aumenta en un 20 por ciento", para un incremento de 25 ug/m3 en la concentración de PM10, destaca el estudio.

Los que más sufren estos incrementos en la contaminación atmosférica en Madrid son los recién nacidos y los niños de hasta cinco años a los que los científicos consideran "grupo de riesgo clave". Advierten, no obstante, que en su estudio "sólo se han tenido en cuenta efectos a corto plazo de los contaminantes sobre las muertes e ingresos infantiles, pero que un análisis sobre las posibles repercusiones de la contaminación en el plazo de años mostrarían datos más alarmantes como los que ofrece el Informe Apheis".

El Proyecto Apheis es un estudio sobre la contaminación por partículas promovido por la OMS y realizado en 26 ciudades europeas, entre ellas Madrid, que revela que la esperanza de vida en Europa aumentaría más de un treinta por ciento si se redujeran los valores medios anuales de concentración de PM10 en cinco ug/m3.

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