LA
PLATAFORMA > ¿quiénes somos?
> ¿por qué nos oponemos? >
¿qué puedo hacer yo?
La "Plataforma de vecinos afectados por las obras de la M-30 en el Nudo Sur" es la respuesta de los vecinos de los barrios de Legazpi, Delicias y Chopera frente a las obras previstas en nuestra zona por la remodelación de la M30. Desde hace una año, la coordinación entre vecinos de forma particular y distintas comunidades de propietarios de la zona han intentado dar un respuesta a estos y otros problemas del barrio, en ausencia de una Asociación de Vecinos que represente los intereses de la zona. La respuesta a las alegaciones por parte del Ayuntamiento y el avance de las obras (Parque Tierno Galván) fueron la espoleta que motivó una primera y masiva manifestación de vecinos del barrio (11 de marzo) de donde surgió la necesidad de un movimiento más organizado. La decisión definitiva de crear la Plataforma se tomó en una primera Asamblea de Vecinos de todo el barrio el día 15 de Marzo en la que también se acordó iniciar los trámites para articular una Asociación de Vecinos que proporcionara al barrio medios para llevar adelante sus legítimas reclamaciones. Una Junta surgida de dicha Asamblea (con representación de todas las zonas afectadas por las obras) es la encargada de convocar y coordinar las distintas acciones. De la actividad de esta Asamblea y de la Junta ha surgido la convocatoria (ya autorizada por la Delegación de Gobierno) del 18 de Marzo y nuevas concentraciones para el día 29 de Marzo. También se han acordado entre otras acciones, la participación en el Pleno de la Junta Municipal de Arganzuela para el 6 de Abril así como una convocatoria para el 24 de Abril en el Parque Tierno Galván. |
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Los objetivos de la plataforma no son más que hacer visibles las opiniones de nuestros vecinos y paralizar todos aquellos aspectos de las obras que perjudican gravemente la vida del barrio y a los vecinos.
Este movimiento no tiene origen ni persigue objetivos políticos. Es de suponer que, aunque en este caso las movilizaciones son motivadas por acciones de un Ayuntamiento adscrito un proyecto político determinado, el alto grado de participación muestra que en estas convocatorias han participado personas de todas las tendencias políticas. Creemos que independientemente de la ideología personal de cada uno, no está en ningún ideario de partido el admitir actuaciones que suponen un grave deterioro de las condiciones medioambientales de un barrio y una degradación de las condiciones de vida. Es más, en muchos ayuntamientos de la misma tendencia política que el de Madrid se han seguido políticas diametralmente opuestas a las planteadas por el actual Consistorio, limitando el impacto del tráfico rodado y planteando verdaderas recuperaciones de espacios deteriorados como zonas verdes.
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Este movimiento ciudadano también busca sumarse a todos aquellos generados a lo largo de toda la zona limítrofe de la almendra central de la ciudad para crear de verdad un nuevo modelo de ciudad que muestre con hechos y no con ficciones esa idea reflejada en las campañas municipales de Madrid 2012 como modelo medioambiental.
Por último, es más patente ahora que nunca la necesidad de que los intereses comunes del barrio tengan representación institucional a través de una Asociación de Vecinos: los logros de movimientos similares al nuestro en otras zonas de Madrid (Monforte de Lemos) están basados a partes iguales en la implicación de todos los vecinos así como su adecuada organización y coordinación a través de una Asociación legalmente constituida. Es más, el barrio se enfrenta a retos de futuro más allá de la urgencia de estas obras como son los educativos, de seguridad, ordenación urbana, políticas sociales, etc. que deberían ser abordados desde el barrio a partir de una Asociación, como ha sido en otros momentos de nuestra historia.
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POR
QUÉ
NOS OPONEMOS A ESTAS OBRAS
En principio, las obras de remodelación
de la M30 suponen una respuesta a la situación actual de saturación de tráfico
que plantea esta vía de comunicación. Paralelamente, el Ayuntamiento presenta
el proyecto como una recuperación histórica de una parte de la ribera del Manzanares
así como una rehabilitación del entorno urbano degradado y vituperado por el
tráfico brutal de la M30 en la zona comprendida entre el Puente de Praga y el
estadio Vicente Calderón, convirtiendo ésta en una nueva zona verde. Sin embargo,
no son la falta de solidaridad ni la insensibilidad las que nos hace como vecinos
oponernos a estas actuaciones. Existen múltiples y fundadas razones para, cuando
menos, poner en revisión un proyecto que afectará de manera muy negativa a un
gran número de barrios(Plano
con las obras de la M-30) y cuya celeridad en su puesta en marcha parece responder
más a ambiciones personales que al beneficio de la ciudad:
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En primer lugar, a pesar de
que el proyecto hace referencia a eliminar el tráfico en superficie y a
recuperar y crear nuevas zonas verdes bajo el marchamo de una nueva política
medioambiental, el objetivo último de todas estas actuaciones es
duplicar
o incluso triplicar la capacidad de la M30 y vías asociadas mediante combinación
simultánea de tráfico soterrado y en superficie, ampliación de carriles
así como el aumento de la capacidad de entrada directa del tráfico en la
almendra central de la ciudad a partir de las carreteras nacionales y los
grandes nudos de comunicación. Así, si bien una pequeña parte de la superficie
de la M30 Sur es recuperada para el uso de los peatones, otros muchos tramos
convertirán la actual "herida" que supone esta vía dentro de la
ciudad en un muro de contaminación y barrera física infranqueable, incluso
en zonas donde esto no existía con anterioridad. Ni siquiera estamos hablando
de modelos de movilidad sostenible sino de sentido común cuando afirmamos
que se pretende vender con un "regalo" (una pequeña parte de la
ribera del Manzanares) la definitiva condena de una gran parte de los barrios
colindantes con la almendra central de la ciudad, como siempre para mayor
beneficio del tráfico privado e incontrolado que parece ser el mayor "lobby"
de esta ciudad. No deja de ser un contrasentido que en Enero de este mismo
año, cuando los niveles de contaminación de la ciudad hacían saltar todas
las alarmas, todos los grupos municipales, incluido el que suscribe este
proyecto, acordaran tomar medidas para limitar el acceso del tráfico rodado
privado a la capital mientras continúa imparable la marcha de un proyecto
cuyo objetivo no confesado es aumentar desorbitadamente este mismo tráfico.
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Una
importante parte de este proyecto es la proliferación de túneles para liberar
las zonas en superficie. Este modelo plantea numerosos interrogantes de
distintos tipos:
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La
propia construcción de estas infraestructuras presentan riesgos elevados
cuando estas se producen bajo zonas residenciales. No hace falta recordar
los hechos cercanos sucedidos en Barcelona para plantear serias objeciones
a este tipo de obras, en especial cuando se trata, como en el caso del
by-pass sur de obras sin precedentes por su longitud, profundidad y
tipo de suelo dentro de entornos urbanos residenciales. No es buen síntoma
que esto se aborde además con prisas y con numerosas alegaciones de
técnicos y asociaciones profesionales.
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Estos
túneles que van absorber un tráfico excepcionalmente denso y continuo
presentan distintos problemas que no parecen suficientemente abordados
en el proyecto inicial: por un lado la peligrosidad de un tráfico tan
denso como el de la M30, pero bajo tierra en largos trayectos, con los
problemas que el sentido común hace pensar en caso de atasco o accidente;
por otro, los generados en el entorno de superficie dada la necesidad
de evacuar grandes cantidades de polución ambiental a través de respiraderos
o chimeneas, convirtiendo el beneficio ambiental de la zona en un verdadero
infierno y peligro sanitario para aquellas personas cercanas a dichos
puntos de evacuación y ventilación.
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La
experiencia nos ha demostrado que la necesidad de liberar y a evitar
obstáculos para el tráfico a la entrada y salida de estos túneles convierten
las calles afectadas en zonas de gran peligrosidad para los peatones,
donde la velocidad del tráfico aumenta más allá de los límites permitidos
dentro de la ciudad, con un aumento sensible de la contaminación acústica
por el efecto "amplificador" del túnel y que tiene como resultado
convertir en extraños a los vecinos de la acera de enfrente dificultando
de forma a veces insalvable la movilidad en la zona.
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No hay
que olvidar el aspecto económico del proyecto. El
coste desorbitado de estas
obras es una pastel sin precedentes para las empresas constructoras y financieras
que se va costear con el endeudamiento histórico de las familias madrileñas
(que ya han empezado a notar su contribución en los impuestos municipales)
durante décadas, 35 años si todo va bien
(mira este artículo sobre el
coste económico de la M30 para las familias madrileñas). Todo esto en una ciudad con un
déficit impresionante en materia de educación e infraestructuras sociales,
seguridad ciudadana, política medioambiental, etc... Todo ello sería admisible
en favor de un proyecto de futuro para la ciudad, una inversión de cara
a las siguientes generaciones, pero todo parece indicar que si no se cambia
de política al respecto, antes de que hayamos sido capaces de absorber esta
deuda sin precedentes, el aumento de la capacidad de la nueva M30 ya estará
desbordado de nuevo.
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Información
pública: un proyecto de esta envergadura para la ciudad debería haber sido
sometido a un período de discusión pública mayor y con más garantías. La
información sesgada en muchos casos, y las dificultades reales en cuestiones
como plazos y capacidad de consulta de los documentos presentados hicieron
que fuera una heroicidad que particulares, comunidades y asociaciones de
vecinos lograran presentar alegaciones al proyecto utilizando el plazo mínimo
legal que el Ayuntamiento había dispuesto. Las alegaciones han sido contestadas
casi un año después (no tenían tanta prisa como la que tuvieron para cerrar
el plazo de presentación) mientras las obras han seguido su curso con normalidad.
Las dificultades que han tenido los vecinos y particulares para conocer
los detalles del proyecto, analizar sus consecuencias y los plazos para
presentar las alegaciones son la base de la fundamentada alegación del Colegio
de Arquitectos de Madrid al proyecto de la M30. No sólo eso, muchas de la
alegaciones se han considerado "sugerencias" al proyecto por haber
sido presentadas antes del período de información pública en una maniobra
de despiste por parte de las autoridades y, así, negar la legitimidad de
las reclamaciones vecinales. Por último, las contestaciones del Ayuntamiento
son en muchos casos irreales, tangenciales a lo planteado por los vecinos,
en algunos casos poco profesionales y eluden aspectos básicos de los problemas
planteados en las alegaciones. Es probable que el Ayuntamiento cuente con
la complejidad, los altos costes y las dificultades que presenta para particulares
y comunidades de vecinos el seguir un proceso contencioso-administrativo
para evitar así que las denuncias continúen lo que debería ser el curso
normal.
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Impacto
ambiental y garantías: Es de todos sabido que el Consejo de Estado ha exonerado
al Ayuntamiento de presentar el lógico Informe de Impacto Ambiental en unas
obras de estas características, como colofón a una serie de maniobras políticas
y administrativas que han supuesto el visto bueno del Ministerio de Fomento
de la catalogación de la M30 como "calle" (hay que reconocer que
sentido del humor tienen) y el pliego de condiciones de la Confederación
Hidrográfica del Tajo para poder arrasar la ribera del Manzanares a cambio
de reconstruirla después. No somos técnicos, y, por lo tanto, los matices
y vericuetos de las leyes y normas no son nuestro fuerte, pero parece de
cierto sentido común que los seres humanos (aunque vivan en el sur de Madrid)
tienen derecho al mismo nivel de protección que otras especies vegetales
y animales.
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¿QUÉ PUEDO HACER YO?
Si te preguntas que es lo que
puedes hacer ante esta situación, la respuesta es simple: muchas cosas. No te
quedes parado mientras las excavadoras y tuneladoras siguen hiriendo nuestro
barrio y únete al movimiento de todos los vecinos dentro de la plataforma.
Todos somos necesarios y todos tenemos derecho a hacer oír nuestra voz en el
proceso. Aquí van algunas posibilidades:
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Movilízate: acude a todas las
convocatorias que puedas planteadas desde la plataforma. Es fundamental
hacer ver que el barrio en pleno está enfrentado a las intenciones del
Ayuntamiento con respecto a las obras.
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Haz de
correa de transmisión:
habla, discute (amigablemente, por supuesto) con tus vecinos y lo que es más
importante, informa para que nadie en tu zona sea ignorante de qué
transformaciones está sufriendo el barrio con independencia de la posición
que tome. Desde esta web te iremos dando cada vez más información,
documentación y materiales que vaya elaborando la plataforma para que puedas
mantenerte debidamente informado a la vez que puedas hacer llegar estas
informaciones a tu comunidad, así como de las convocatorias previstas.
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Escribe, quéjate, reclama
tanto en las oficinas dispuestas por el Ayuntamiento (Avenida del
Planetario) como en todas aquellas instituciones y organismos que creas que
pueden o deben escucharte. Es importante estas acciones individuales sin
perjuicio de que la Plataforma está creando en estos momentos, como modelos de
hojas de firmas y cartas a distintas autoridades para ser firmadas por el
mayor número de vecinos.
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Si puedes,
haz llegar la voz
del barrio fuera de él: muchas personas pueden sentirse solidarias con la
causa y compartir intereses como puede ser la protección del Parque Tierno
Galván que no sólo es utilizado por los vecinos de la zonas sino que acuden
a él personas de toda la ciudad a hacer deporte o pasar ratos de ocio en
familia y amigos.
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Si tienes posibilidad haz
llegar estas informaciones a técnicos y profesionales entendidos en los
distintos ámbitos que puedan tener que ver con estas reformas (ingenieros,
arquitectos, urbanistas, abogados, biólogos y técnicos medioambientales,
médicos e investigadores sanitarios, periodistas...). También te puedes
dirigir a Universidades, Departamentos de Investigación, Observatorios y,
por supuesto, medios de comunicación, no sólo para que apoyen nuestras
reivindicaciones sino para que, en caso de que proceda, puedan ofrecer soporte
documental y científico al movimiento.
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Haz visible nuestra
oposición: cuelga pancartas en las ventanas, pega folletos y carteles
explicativos que encontrarás en nuestra web.
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Haznos llegar todos aquellos
datos, documentos e informaciones relevantes que vayas acumulando para que
puedan ser utilizados en beneficio de todos a través de la Plataforma.
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Contacta con la plataforma
personalmente o a través de la web si quieres colaborar más intensamente en
algunas de las actividades de la plataforma.
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